Entonces, después de que somos negativos, nos
volvemos infelices y es ahí cuando de verdad tenemos un gran problema porque
dejamos de disfrutar la vida y eso nos lleva a una serie de eventos que nos
pueden conducir a tomar malas decisiones, en casos muy extremos puede llegar al suicidio.
Pero ¿De qué
manera afecta la negatividad en nuestra vida cotidiana? La negatividad no solo
nos afecta a nosotros, sino que también afecta a las personas que están a
nuestro alrededor. Cuando somos negativos nos sentimos incapaces de realizar
tareas que son sencillas, nos inhabilitamos y nos ponemos barreras que nos
orillan a entrar en estrés o tensión. Esa tensión ocasiona dolor en nuestra
espalda o articulaciones, los músculos se tensan y sentimos un malestar. Las
relaciones de amistad, nuestra familia y pareja, también se ven seriamente
afectadas porque presentamos irritabilidad, mal humor o pesimismo; algo que
orilla a nuestros seres queridos a alejarse de nosotros o tener conflictos
verbales. Sabemos que el ser humano cuenta con mente, cuenta con conciencia y
también se sabe que no usamos más de un 10% de la capacidad de nuestro cerebro.
Hay una ley de metafísica que es muy famosa, “La ley de la atracción”. Esta ley
nos indica que el ser humano tiene la capacidad de que mediante pensamientos o
deseos; es capaz de atraer lo que desea.
Podemos creer o no esa ley, pero lo que si es muy cierto es que el destino lo
hacemos nosotros y si ahora nos va mal o tenemos una mala racha es porque
hicimos algo que nos condujo a esa situación.
La clave está en empezar a tomar una actitud
positiva, es decir, ver el lado bueno de las cosas. No todo en la vida va a ser
alegría, habrán tropiezos a lo largo de nuestra vida y se nos van a presentar
miles de problemas, pero es parte de la vida, esta es un sinfín de aprendizajes,
es una escuela permanente donde solo podemos tener éxito si aprendemos de
nuestros errores, si aprendemos de las cosas que nos llevaron por mal camino y
estamos dispuestos a rectificarlo para retomar el buen sendero. Al tener una
vida positiva empezamos a reflejarlo con la gente que esta a nuestro alrededor;
empezamos a divertirnos, a disfrutar la vida y las personas mas allegadas a
nosotros se contagian de ese positivismo y lo contagian con los demás. Creo
firmemente que la clave de una vida feliz está ahí, en ser siempre positivos.
Tomar las cosas con felicidad y dar gracias que tenemos amigos, dar gracias que
tenemos familia, padres, una pareja… ¡Que estamos vivos!